viernes, 13 de julio de 2012

CAPITULO 14. TE IGNORO


14. TE IGNORO

·         VISHOUS

Llego a mi ático y me quedo parado mirando el potro. Aquí yace la esencia de lo que es el Vishous verdadero. No soy más que esto y no puedo cambiar por mucho que quiera.

Me apoyo en él mientras saco un cigarro y aspiro con fuerza.

Llega un momento en el que esperas que tu cuerpo ya no puede sorprenderte. Lo conoces a él, sabes sus limitaciones y sus gustos e intentas que sean amigables con tu cerebro, pero lo que me pasó en el despacho de Wrath me ha dejado helado.

Lo pienso ahora en frío y me doy cuenta del peligro que es querer marcarlo.

Yo nunca he querido marcar a nadie, es más, llegué a pensar que carecía de las glándulas necesarias para hacerlo.

Pero no.

Lo único que pasaba era que este maldito irlandés andaba perdido por el mundo y yo no era capaz de encontrarlo.

Como es la vida, cuando menos te lo esperas te pega un puñetazo en la cara y te deja sentado de culo en el suelo preguntándote qué coño ha pasado.

Por un momento me arriesgo a pensar cómo sería mi vida con alguien a mi lado. Más bien, con él a mi lado y siento decir que por mucho que lo intento no puedo.

¿Por qué? la pregunta es complicada pues abarca mucho pero mi respuesta es sencilla.

Porque no sé cómo hacerlo. Por mucho que quiera estar con él, la manera normal que tengo de estar con la gente no cuadra con su naturaleza.

Claro que mi mente ha jugado a soñar como sería traerlo aquí y tener sexo con él, pero el corazón me dice que no disfrutaría en ese sentido.

El poder tenerlo atado, a mi merced, sin que pueda escapar y dejar que toda mi lujuria caiga sobre él, es de lo más atrayente pero él no encaja con todo esto, ni quiero que sea uno más de mi interminable lista de sumisos.

Por muy atado a él que me sienta.

Recuerdo su cara cuando me fui a los lavabos con la hembra y no puedo resistir la sonrisa de hijo de puta que se planta en mi cara.

"sólo amigos. Sólo amigos. Nunca te veré como otra cosa" recuerda mi mente una y otra vez. Pues vas a saber en primera persona quién es V, mamonazo. Porque por mucho que lo intentes no puedes remediar esto que surge entre nosotros cada vez que estamos cerca.

Yo lo siento y no me acobardo en absoluto y tú vas a pasar un infierno hasta que ya no puedas más y tengas que admitirlo.

Mi mente me baja un poco el ego cuando hace un apunte muy acertado. "¿Y qué pasará después? cuando se rinda y comprenda que quiere estar a tu lado ¿Te lo echarás al hombro y le amordazarás mientras le follas como un poseso en tu bendito potro?"

La charla que mantengo con mi mente se corta en seco cuando veo aparecer en la terraza del ático a la primera en la lista de mis perversiones.

Hoy lamentarás haber contestado mi llamada, me digo mientras abro la puerta corredera con la mente a la hembra que espera ansiosa.

BUTCH

Llegamos los tres a la mansión en el mismo coche, pues han querido venir conmigo.

Al entrar, la esposa de Rhage está subiendo las escaleras con un vaso de leche en la mano.

Al verla el rubio sonríe y sin decir una palabra vuela hasta ella, subiendo las escaleras de tres en tres. La coge en brazos situando las piernas de la mujer alrededor de su cintura. Ella suelta una risotada mientras intenta que su vaso de leche siga en su sitio y desaparecen por el pasillo mientras un olor maravilloso llena toda la entrada.

Me meto una bocanada de aire en los pulmones y miro a Phury.

-¿Qué es este olor? pareciera que saliera del cuerpo de Rhage.

-Es el aroma que desprende un mancho enamorado. Con él cubre a su compañera para que otros machos sepan que no pueden siquiera tocarla.

Asiento mirándole.

-Eso es mejor que una alianza, sin duda. En esto del amor sois un poco cromañones ¿Eh?

-No hay nada en este mundo que pueda separar a un macho vinculado de su hembra. Él mataría a quién fuera por su compañera. Llámanos cavernícolas, pero nuestra raza cuando se enamora es para siempre. Pase lo que pase. Los dos quedan unidos para siempre.

Le acompaño hasta la sala de juegos pensando en las palabras de Phury.

No puedo negar que eso es romántico a tope. Llevar pegado a tu piel por siempre el olor de tu compañero tiene que ser gratificante. ¿Un macho podrá marcar a otro? me pregunto curioso.

Y mi mente vuela hasta V.

¿Cómo sería llevar su olor pegado a mí? ´

Alejo ese pensamiento insano para preguntarme lo que de verdad me está taladrando la cabeza desde hace horas.

¿Dónde coño está que todavía no ha vuelto? ¿Estará en su ático desfogándose con alguna guarra? vale, estas preguntas no son para nada muestras hacia un amigo, pero coño... ¿Qué hace que no vuelve?

-¿V no debería haber vuelto ya? tal vez le haya pasado algo, ¿No deberías llamarlo para asegurarnos?

Phury niega con la cabeza.

-No te preocupes por él. En su idioma "asuntos personales" quiere decir que tiene compañía, así que no te preocupes por él. Te garantizo que está a salvo.

Encojo los hombros mientras me alejo de él.

-Si no te importa me voy a dormir. Estoy muerto.

Salgo sin quedarme a escuchar su respuesta y me dirijo cabreado como el demonio hasta mi cuarto.

Cuando llego, la mesa que hay al lado de mi cama, paga mi cabreo con la patada que le meto.

No estoy celoso.

Simplemente pienso que no es buena idea que ande por ahí solo.

Es sólo eso. No tiene nada que ver que esté follando con cualquiera.

No.

Eso no me importa.

En absoluto.

-Mierda para mí. - digo cabreado y en un momento de rabia saco y móvil y le busco en mi agenda.

Su nombre queda iluminado y estoy a un tris de llamarlo y pedirle... no, exigirle que traiga su culo a la mansión.

Sólo por precaución. Pero al final no lo hago.

Entre maldiciones me quito la ropa y me meto en la cama. Apago la luz y espero a quedarme dormido pronto, para así no pensar más chorradas.

Pero falla en todos los sentidos.

Las pesadillas se suceden una tras otra como la noche anterior y ahora además se mezclan con el cabrón de V y su conquista de anoche, así que ya van dos noches que no puedo dormir.

****

Me levanto como me acosté, o sea, hecho una puta mierda, pero lo primero que me cruza la mente es si V habrá vuelto a casa.

No pienso llamarlo ni ir a la guarida a ver si está, porque voy a verlo de todos modos en la primera comida, como ellos llaman al bendito desayuno, o cuando salgamos a patear las calles.

Sin darme cuenta de lo que hago, me ducho a toda hostia y me visto, todo en un tiempo récord y bajo al comedor.

Están todos sentados a la mesa y mi mirada vuela por todos ellos.

V es el único que falta.

Me sirven café bien cargado, como a mí me gusta pero intentar pasar algo por mi garganta ahora mismo es imposible, pues la tengo cerrada.

Cada vez que alguien entra por la puerta, ya sean las esposas de los demás o los doggens, no puedo evitar mirar hacia allí pero nunca aparece quién yo quiero que venga y no puedo preguntar más por él, si no quiero que alguien interprete mal mi preocupación. ¿Pero dónde coño está, joder?

Después de que acaben todos, se organizan los grupos y a mí me toca con Rhage y con el hombre invisible. Sólo cuando estamos entrando en el coche, es cuando al idiota este le da por aparecer.

Rhage le mira de arriba a abajo despacio, sonriente.

-Vaya, vaya, vaya...he aquí un macho complacido. No puedes negarlo. Se te nota en la cara.

Tras saludarme con un movimiento de cabeza, mira a Rhage.

-Si piensas que voy a contarte los detalles, es que todavía no me conoces, hermano.

Rhage levanta las manos y las mueve sin parar.

-Por Dios, no. Mis oídos son demasiado virginales para tus orgías de sexo. No quiero saber una palabra.

Mientras hablan mi corazón ha comenzado a latir a un millón de veces por minutos. Si, es cierto que se le relajado al muy mamón. Seguro que disfrutó de lo lindo mientras yo me comía el seso, preocupado por él.

Corto las pullas entre ambos levantando demasiado la voz.

-Bueno ¿Nos largamos de una puta vez? no quiero pasarme toda la noche aquí de pie, esperando que acabéis de contaros batallitas.

Entro en el coche y cierro de un portazo.

V se sienta delante con Rhage y desde mi asiento le veo de perfil. Serio.

Tiene unos rasgos tan perfectos... la verdad es que si quisiera podría ser modelo. Sin esa barba de chivo que le hace todavía más peligroso, podría adornar vallas de publicidad para las mujeres.

Cuando me doy cuenta de lo que estoy pensando bufo como un toro.

Mierda y mil veces mierda. ¿Pero qué coño me pasa? ¿Es que ya no me queda un pensamiento racional en mi cabeza?

Rhage aparca el coche en un callejón y salgo echando chispas. Comenzamos a caminar en silencio por las calles mientras un trueno ruje en el cielo.

Pasamos por la zona de los pubs, entre toda la maraña de gente y V se pone a mi lado.

-¿Otra mala noche, poli?

Le miro de reojo todavía cabreado.

-¿Por qué lo dices? - le suelto en un gruñido.

V me mira.

-No hay más que verte. Las ojeras te están llegando hasta más abajo de la nariz.

Respiro por la boca, intentando calmarme algo.

- Sí, la verdad es que no he pegado ojo.

V sigue mirándome.

-No es bueno que estés así, si quieres...

De pronto su discurso se corta en seco, alzo mi mirada hasta él y me doy cuenta de que está mirando fijamente algo. Tal vez haya alguno de esos hijoputas por aquí. Sigo la dirección de su mirada y el color abandona mi cara.

Un hombre moreno, alto y musculado de gimnasio se encuentra apoyado en un coche y no le quita la vista de encima a V, y este cabrón tampoco a él.

Cuando nos estamos acercando, el hombre se separa del coche y al pasar nosotros hace como que tropieza su hombro contra el brazo de V, restregándose. Le mira y el muy cabrón desprende tanta lujuria que hasta yo me doy cuenta.

-Lo siento. Búscame dentro de un rato e intentaré compensarte... con una copa - le dice el muy mamón mientras V sigue caminando, volviendo la cabeza hacia atrás con mirada seria.

Cuando lo dejamos atrás, me paro en seco y le golpeo en el pecho con mi mano abierta.

-¿Qué cojones haces?

V me mira con una ceja enarcada, como si no supiera a qué coño me podría estar refiriendo.

-¿Y a ti qué cojones te pasa? me estoy asegurando algo entretenido que hacer después de la patrulla.

Le agarro por la camiseta con fuerza. Él mira hacia mis manos y a mí me va a reventar una vena en la sien si sigo así de desquiciado.

-Ni se te ocurra volver a hacerlo delante de mí, y menos dejes de hacerme caso cuando estemos hablando sólo porque a ti se te haya apetecido un culo nuevo.

V vuelve a mirar hacia donde se aleja el hombre. Tuerce un poco la cabeza hacia un lado y me muestra una sonrisa de lo más caliente.

-La verdad es que tiene un culo perfecto. No veo la hora de tenerlo...

-¡V! - le corto mientras me acerco a él, con mis manos todavía estrujando su camiseta.

V lleva sus manos hasta las mías y tira de ellas, haciendo que le suelte.

-¿Y podría saberse por qué no puedo hacerlo delante de ti?

Vaya, ahí me ha pillado. Pero me repongo en un momento.

-Porque no quiero que me pateen el culo sólo porque a ti no te dé la gana de estar centrado. Déjate de chorradas, V.

Y sin más apresuro el paso para ponerme al lado de Rhage ¿Por qué tiene que ser un imán tanto para hombres como para mujeres?

Reconozco que sólo hay que mirarle. Su foto podría estar perfectamente en el diccionario, al lado de la definición de sexo.

Mierda. Mierda, joder. Es tan... sexual, el muy cabrón hijo de puta, sólo con una mirada hace que se te derrita el cerebro, y hablo por experiencia propia. Todo en él, su manera de andar, de mirar, de hablar, te está diciendo que podría nublarte la mente de placer.

"Ya lo hizo ¿Recuerdas? y a ti sólo te faltó desmayarte de la impresión. Imagina sin en vez de hacerte una paja, te la hubiera chupado"

Maldigo en voz baja pensando que ahora mismo no me parece tan mala idea dispararme un tiro a la cabeza.

Así esa perra quedaría muda.

VISHOUS

Cabronazo.

Le veo alejarse de mí y aseguro que si centro bien mi mirada, podré ver el humo que le sale por las orejas.

Que se joda.

No tiene ni puta idea de con quién está jugando.

En estos momentos no me da ni una pizca de pena y aunque sé que mataría por él, que daría mi vida por él en un segundo sin pensármelo siquiera, la única forma que tienes de hacer lo correcto a veces, es la que le hace daño a quién quieres. Y este se lo ha estado buscando desde que se tropezó en mi camino.

Los rayos se suceden en el cielo negro y los truenos caen encima de nuestras cabezas. Después de tanta búsqueda sólo encontramos a dos restrictores pero en cuanto nos vieron salieron corriendo como ratas. Lo más probable es que fueran inducidos hace poco tiempo y todavía anden un poco perdidos.

Cuando las primeras gotas comienzan a caer de manera fuerte sobre nuestras cabezas, decidimos que por hoy ya ha estado bien.

-Bueno, si damos esto por terminado esta noche, yo me largo.

Me doy la vuelta y vuelvo sobre mis pasos a la zona de los pubs, cuando alguien me agarra del brazo. Me vuelvo y Butch está con cara de mala hostia, apretando con fuerza mi brazo. Bajo la vista y la poso en su mano para luego alzarla de nuevo a él.

-¿Qué se supone que estás haciendo?

Butch aprieta los labios hasta que el color desaparece de ellos.

-Tú no te largas a ningún puto sitio.

-¿Y eso, irlandés?

Aparta un momento sus ojos de los míos, para volver a centrarse en ellos al momento.

-Porque no debes andar por ahí tú sólo, así que vendrás con nosotros de vuelta. Te guste o no.

Me deshago de su agarre de un tirón y me encaro a él.

-Haré lo que me salga de los güevos y nadie, y menos tú, va a decirme qué hacer.

Me doy la vuelta pero él se planta frente a mí.

-Por favor... V, no te vayas. Ven a casa...- me dice en un susurro.

No va a ablandarme por mucho que quiera.

Le doy un empujón con mi hombro cuando le esquivo y me pierdo entre las calles.

BUTCH

Le veo alejarse y me vuelvo hacia Rhage, que ha estado la mar de callado durante toda nuestra conversación.

-¿Pero por qué no haces algo? ¡Él no puede andar por ahí, debe volver con nosotros! - le grito mientras se encoje de hombros.

-V ya es mayorcito. Si quiere irse a por el tipo aquel, tú no vas a detenerle y yo desde luego no pienso hacer nada al respecto.

Le doy una patada al suelo y me llevo las manos a la cabeza mientras comenzamos a andar de camino al coche. No paro de mirar hacia atrás y la idea de ir a buscarlo y traerlo de vuelta al coche a rastras cada vez la veo más atractiva. Pero no lo hago porque no tengo ningún derecho a hacerlo.

Nos metemos en el coche y la tormenta está a punto de estallar. El aire está remitiendo y las gruesas gotas que caen en el parabrisas del coche, anuncian lo inmediato.

Cuando llegamos a la mansión me despido de Rhage, que no ha despegado los labios en todo el camino. Lo único que ha hecho es mirarme de cuando en cuando de reojo.

Subo las escaleras y a medio camino me detengo. Vuelvo sobre mis pasos y me dirijo a la guarida.

Este cabrón va a oírme quiera o no y si le espero allí no va a tener otra opción que escucharme.

Me siento en el sofá y veo pasar las horas lentamente hasta que casi está a punto de amanecer.

En ese momento, oigo la puerta cerrarse de un golpe seco y V entra en la sala quitándose el abrigo de cuero mientras lo sacude para quitar la lluvia que tiene encima.

Lo tira en un rincón y se echa el pelo mojado hacia atrás.

En ese momento me ve.

Se queda parado y yo sigo rígido en el sofá, intentando mostrar tranquilidad sin conseguirlo en ningún momento.

V se gira y coge un vaso de la mesa, sirviéndose un Goose.

-¿A qué se debe esta visita inesperada, amigo?

Me reclino contra el respaldo el sofá.

-Estaba esperando que aparecieras.

-¿Y eso, amigo?

Cierro los ojos durante un segundo. Al volver a abrirlos me encuentro a V apoyado en la pared, la pared de nuestro pequeño e incendiario encuentro.

Me cabreo sin saber muy bien por qué.

-Estaba preocupado por ti. Dado que tú no te preocupas lo más mínimo por tu propia persona, alguien tendrá que hacerlo ¿No?

-Pues no había ninguna razón para que lo hicieras. He estado en muy buena compañía. ¿Quieres saber detalles? puedo contártelos ¿No? al fin y al cabo somos buenos amigos y los buenos amigos se cuentan esas cosas.

Cada vez que dice la palabra amigo, a mí me sube una décima más la ira que estoy empezando a sentir hacia él.

-No me gusta cómo dices la palabra amigo.

V se ríe.

-¿Por qué? ¿Es la entonación acaso? si quieres puedo decirla en tono más bajo o más ronco, a...mi...go... - me dice arrastrando las sílabas, como si estuviera ronroneando - ¿Mejor así?

Me levanto de un salto y me encaro a él.

-No vuelvas a decirlo, V. No sabes cómo me estás cabreando.

Me mira fijamente a los ojos.

Su voz se vuelve aún más grave.

-No sabría por qué habría de molestarte. Tú me pediste que sólo fuésemos amigos y yo acepté de buen grado. Así que dime ¿Quieres que te cuente qué tal me fue con ese humano?

No le respondo.

No puedo.

Le miro y ya no sé a quién tengo frente a mí. Sonríe de nuevo y cierra los ojos mientras suelta un suspiro.

-Dios, estoy tan relajado. He disfrutado tanto con él que hubo un momento en que deseé marcarlo con todas mis fuerzas. Tú no sabes lo que es marcar a alguien ¿Verdad?

Cierro mi mano en un puño y le meto tal puñetazo en la cara que su cabeza rebota en la pared.

Me doy la vuelta y acelero el paso hasta la puerta de salida.

V me coge del brazo soltando una maldición pero me deshago de su agarre.

En este momento estoy tan confundido que en lugar de seguir por el túnel hasta la casa principal, abro la puerta que da al jardín.

Llueve como si el cielo fuera a desmoronarse sobre nuestras cabezas, pero no me importa.

Mis pasos cada vez más rápidos se dirigen hasta donde está la piscina.

V me alcanza y me obliga a girarme hacia él. Está cabreado.

-¿A qué mierda ha venido eso?

Intento deshacerme de su agarre pero no lo consigo.

-¡Suéltame, V, déjame en paz!

-No hasta que no me digas a qué vino ese puñetazo.

Estamos empapados los dos. La lluvia le resbala por la cara y tengo que reconocer que le hace aún más atractivo.

Maldito cabrón.

-Te crees muy macho ¿Verdad? le echas el ojo a cualquiera y se derrite a tus pies, follas con todo el mundo y...

-No follo contigo.

Sus palabras hacen que se corte lo que le estaba diciendo.

Se me queda mirando serio, todavía agarrándome con fuerza.

Levanto mi cara hacia él e intento besarle sin más pero desvía su rostro.

Cuando me habla, lo hace con los ojos fuertemente cerrados, con la cabeza algo gacha.

-Te dije que esto estaba muerto. Yo no cometo dos veces el mismo error.

Me retuerzo y consigo soltarme. Paso mis manos por mi pelo, echándomelo hacia atrás.

- Ya... tú eres perfecto ¿No es cierto? no toleras equivocaciones. Tú estás por encima de este pobre humano. Dime ¿Qué tal se siente uno cuando es perfecto?

VISHOUS

Me obligo a seguir con los ojos cerrados para no mirarle.

Dice que soy perfecto.

Sí supiera lo que hay dentro de mí no diría esa palabra tan a la ligera.

-Yo no soy perfecto. Simplemente te he dejado atrás como me pediste. Ya no eres nada para mí salvo un compañero, un amigo.

Butch me agarra por el cuello haciendo que tenga que agacharme un poco juntando nuestras frentes, con las gotas que le resbalan hasta los labios, salpicando los míos.

-Y una mierda, V. Si tan seguro estás de eso, bésame.

Tengo que reírme.

-Eso no te va a funcionar conmigo. Estoy demasiado por encima para caer en esa trampa para quinceañeros.

Aprieta su agarre en mi cuello y estrella sus labios contra los míos, respirando fuerte. Me lame los labios e intenta que separe los dientes para meterse dentro de mi boca pero no va a conseguirlo.

No pienso devolverle el beso.

Se separa de mí y vuelve a apoyar su frente en la mía.

- Tú me deseas, por más que quieras no puedes borrar de un día para otro lo que has sentido desde el momento en que aparecí en tu vida. Quieres tenerme a tu lado, confiésalo.

-Yo no soy el que tiene que confesar una mierda. Tú fuiste el que me dijiste que no querías nada conmigo y cuando me largo con otros, vienes hecho una furia a decirme lo que se supone que yo siento por ti y eso, amigo mío, lo tengo muy claro. Eres tú el que debe hablar, no yo, así que si tienes algo que decir, dilo ahora.

BUTCH

Me doy la vuelta, dándole la espalda.

-¿Qué quieres que te diga? ¿Que de alguna forma que no llego a entender te deseo? ¿Qué me jode en el alma que te tires a cualquiera delante de mí y que ni si quiera te preocupe qué es lo que yo puedo estar sintiendo cuando lo haces?

Le encaro y vuelvo a cogerle por el cuello.

-Vale, tú ganas. Me haces sentir algo que nadie me había hecho sentir en mi puta vida. Cada vez que estoy contigo me siento entero, libre y tengo que confesarte que estoy muerto de miedo por todo esto, pero no aguanto más. Me muero por volver a besarte…  amigo.

Entonces todo estalla.

Vishous me pega a él y puedo notar la enorme erección que palpita dentro de sus pantalones. Junta su boca contra la mía y me devora de una manera que incluso me hace imposible respirar. Yo le agarro por el pelo, porque quiero pegarlo completamente a mí. Necesitaba esto, como lo necesitaba. La lluvia cae encima de nosotros pero no importa. La temperatura sube y sube y eso es lo importante.

Deja un momento mi boca y me besa el cuello. Puedo sentir sus colmillos completamente alargados entre sus labios arañando mi piel y aunque estoy del todo cachondo no puedo evitar ponerme algo rígido.

Él lo nota porque acerca su boca caliente hasta mi oreja y murmura entre jadeos.

-Quiero hacerlo.

La rigidez de mi cuerpo se acentúa aún más.

-No quiero que lo hagas... V, por favor...

-Déjame hacerlo. Disfrutarías como nunca en tu vida. Me muero por hacerlo...

Niego con mi cabeza y vuelvo a agarrarlo para meter mi lengua en su boca caliente y chupar su lengua, metiéndola y sacándola despacio de mi boca.

El rugido que sale de sus mismas extrañas hace que mi polla casi rompa mis vaqueros.

Me empotra contra la caseta de la piscina y me abre la camisa de un tirón, mandando a tomar por el culo todos los botones.

Joder, con este tío no gano para ropa, pienso mientras su lengua va resbalando por mi pecho, chupando mis pezones y poniéndolos duros como acero.

Mis manos se posan en sus hombros con fuerza y tengo que echar la cabeza hacia atrás para poder meter algo de aire.

Sus manos se dirigen sin ningún titubeo a mi pantalón y me lo abre.

Mi polla está hinchada, supurando ya líquido transparente y cuando su mano me la agarra con fuerza y comienza a trabajármela arriba y abajo, se me escapa un gemido ronco que hace que me duela el pecho.

Se arrodilla frente a mí y cuando veo sus intenciones, intento pararle.

-V... no... Así no...aaahhhhh

El discurso se me corta cuando se mete mi polla en su boca hasta el fondo. Mi cabeza golpea la madera de la pared mientras él me tiene cogido por las caderas, para que no sea capaz de moverme.

Como si quisiera hacerlo.

La sangre se me convierte en fuego corriendo rauda por todo mi cuerpo. Cuando se la saca y me lame desde la base hasta la punta, puedo sentir sus colmillos rasgándome la piel y eso sube todavía mi cachondez hasta el punto del orgasmo pero el muy cabrón para y me habla entre gruñidos.

-Ni lo sueñes, irlandés. Esto se acaba cuando yo diga que se acaba.

Ahora vuelve a la carga pero es suave a propósito. Intento mover las caderas pero su agarre es de piedra y no puedo moverme ni un milímetro.

Me está volviendo loco a propósito. Bueno, yo también se hacerlo.

Le levanto y le subo la camiseta empapada hasta las axilas. Recorro con mis manos abiertas y mi boca ese pecho duro y chorreando agua pero no puedo hacer más pues me sujeta de las muñecas y me separa de él.

-Déjame hacerlo, V... quiero tocarte...

Él no me hace ni puto caso y vuelve a arrodillarse, se mete mis huevos en la boca y chupa con fuerza y el gemido que se me escapa me da hasta vergüenza.

Luego vuelve a lo de antes y yo no puedo hacer más que coger su cabeza, enredando mis dedos entre su pelo y balanceo mis caderas, follándole la boca con fuerza y se ríe satisfecho. Su risa vibra en mi polla y yo en ese momento me atrevo a bajar la mirada y sólo con verlo ahí de rodillas con mi polla saliendo y entrando con fuerza en su boca hace que comience a correrme como un poseído mientras le oigo tragar.

Tengo un orgasmo tan fuerte que se me corta la voz y si no es porque tengo un punto de apoyo, caería de morros contra el suelo.

Poco a poco las convulsiones van cesando y me doy cuenta de cómo estoy. Me encuentro agarrando a V por el pelo, con la cabeza hacia atrás y respirando con la boca abierta. El está con su cara apoyada en mi vientre respirando fuerte y acariciando mi piel con su nariz.

De pronto se endereza.

Está tenso.

Algo le pasa porque parece que va a estallar de un momento a otro.

-¡Qué... te pasa? - consigo articular intentando que mi corazón no se salga del pecho.

Le acaricio la cara con el dorso de la mano y le doy, sin darme cuenta de lo que hago, un beso en la mejilla.

Sus ojos se abren todavía más y me habla entre gruñidos.

-Me tengo que ir.

Niego mientras sigo acariciándole.

-No, de eso nada.

-Sólo será un momento. Espérame dentro.

Le cojo la cara con ambas manos con fuerza.

-No te vas a largar ahora, V. En serio.

Me agarra de las muñecas y me aparta de su lado.

-No puedo aguantar... más. Espérame dentro.

Y sin más desaparece ante mis ojos.

VISHOUS

Tomo de nuevo forma al otro lado de la finca y el cuerpo se me dobla por mitad. Apoyo una mano en el suelo y grito.

El aroma de vinculación satura el aire, de todo el tiempo que he estado reteniéndolo a la fuerza. Me quedo así durante unos minutos y creo que podrían olerlo hasta en la ciudad de la manera tan bestia que sale por cada uno de mis poros.

-Mierda... - digo queriendo estampar mi cabeza en el suelo.

Esto ha sido peligroso.

Muy peligroso.

He estado a punto de vincularlo a mí y eso ahora mismo no es buena idea.

Sólo tengo que recordar lo que pasó hace un rato cuando Butch quiso tocarme.

Todavía no estoy preparado para ese tipo de intimidad... si pudiera convencerle de que no necesito que él me toque ni me haga nada para explotar... todo sería más fácil si él se dejase hacer, nada más. Yo estaría feliz de poder complacerlo cada noche, pero a mi manera, claro, aunque por lo visto el modo rudo le pone como una moto, pero el beso que me dio en la mejilla... tan intimo, tan inocente... con eso si que no puedo.

Lo siento pero no puedo.

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