martes, 13 de noviembre de 2012

CAPITULO 22. TE ESPERO


BUTCH

Me despierto poco a poco y aunque abro los ojos no veo más que oscuridad a mi alrededor. El aliento de V me acaricia en mi nuca y lo siento pegado a mi cuerpo, con un brazo rodeándome la cintura.

Al salir  del gimnasio vinimos directamente aqui y después de pasar un rato sin saber muy bien que decir o que hacer, al final solamente lo cogí de la mano y me lo traje aquí.

A mi cuarto.

A mi cama.

Nos acostamos en silencio, mirando los dos al lado contrario del otro, pero por alguna razón terminamos en algún momento de la noche, encontrándonos en medio de la cama.

Su respiración es suave y está profundamente dormido aunque me abraza con fuerza. Se nota que lo ha pasado mal y al  final se ha rendido a todo lo que nos ha pasado. El V que conozco no estaría aquí, abrazado a mí, descansando tranquilo a mi lado.
A veces sólo el sentir que puedes llegar a perder a alguien, te hace hacer frente a tus propios sentimientos y rendirte a ellos.

Tengo que forzar mi cuerpo para poder moverme y darme la vuelta para poder mirarlo a la cara. El peso de su brazo es como hormigón y gruñe en sueños cuando nota que me muevo. Me pega a su cuerpo otra vez, clavándome los dedos fuerte en la piel y quisiera que hubiera algo de luz, por pequeña que fuera, para poder mirarle.

Alzo mi mano y la llevo hasta su rostro, acariciándolo suave, recorriendo sus facciones poco a poco, dejando que mis dedos recorran su perilla, sus labios gruesos, sus pómulos...

Me pierdo en la suavidad de su piel y dejo que mis labios se abran y dejen salir las palabras que ahora mismo inundan mi alma.

—...Te quiero... —le susurro todo lo bajo que puedo, sin querer despertarlo.

Una luz al momento me ciega y tengo que cerrar y abrir los ojos varias veces para que mis pupilas vuelvan a centrarse hasta que me doy cuenta de que son sus ojos, mirándome fijamente.

—Enciende una luz, por favor —le digo avergonzado por mi pequeña confesión y al segundo la vela que hay encima del aparador se enciende por arte de magia iluminando débilmente la habitación, dibujando extrañas sombras en las paredes.

Me está mirando serio, sin moverse, con un gesto en la cara que no logro adivinar y sin pensarlo dos veces, me acerco a él y junto mis labios con los suyos.
 Es un beso cálido, de amantes. Un beso sentido que une sus labios y los míos en una muda invitación que le ofrezco para que se abra a mí y V tarda unos segundos en reaccionar a él.

Cuando lo hace, mi corazón se dispara dentro de mi pecho. Como cada vez que me besa.
Su lengua se enlaza con la mía, nuestras salivas se mezclan y todo estalla dentro de mí de una manera exagerada, invitándome a perderme en todos los aspectos mientras siento como me succiona la lengua, saboreándola con hambrienta necesidad de mí.

Dios si llegara incluso a imaginar hasta que punto se ha metido dentro de mi alma... hasta que punto lo necesito junto a mí...

—Lo sé, poli...

Me quedo parado y me separo para poder mirarle. V baja la mirada suspira, como si se sintiera cansado.

—Mis visiones han vuelto, poli. Y vienen acompañadas de todos mis putos "dones". Lo siento. Intentaré por todos los medios no invadir tu intimidad pero a veces me resulta imposible. De una manera o de otra siempre estoy dando por culo.

Le sonrío y él se encuentra tan metido en sus mierdas que no se da cuenta del doble significado de sus palabras.

—V... venga, tío... mírame.

Vishous alza su mirada hasta la mía y ladeo mi cara divertido. Su semblante es triste y mi sonrisa muere en los labios.

—Sabes que te quiero, ¿Verdad?

V se queda quieto, sin moverse y una de las comisuras de sus labios se alza un poquito al responderme.

—Creo que acabo de oírtelo decir.

No le dejo que siga hablando, ni que pueda sentirse obligado a decirme algo que sé que no me dirá nunca. Lo único que hago es volver a besarlo, con fuerza, abrazándonos los dos como si así pudiéramos detener el tiempo en este instante.

Siento tu polla endurecerse contra mí, clavándose en mi estómago, quemándome la piel con su contacto.. Bajo mi mano hasta ella despacio y la agarro, comenzando a acariciarla arriba y abajo.

V suelta un gemido que se cuela en mi boca y me agarra fuerte por el pelo, echando mi cabeza hacia atrás, metiendo su lengua mas profundo en mi boca y comienza a mover sus caderas, follándose mi mano con fuerza.

Mis labios se separan de los suyos y lamo su cuello, absorbiendo su piel, clavando mis dientes en ella hasta dejarle la marca y sigo bajando por su cuerpo.
 Mis manos recorren su torso que comienza a humedecerse por el sudor y su columna se curva, acercándose más a mi, pegando su cuerpo a mis labios todavía más.

Me entretengo en su ombligo y hundo mi lengua en él, haciendo círculos alrededor, consiguiendo que sólo con eso, jadee de forma incontrolada mientras me hace daño en el cabello, tirando de él con fuerza.

Levanto mi mirada y lo veo ahí tumbado, con la cabeza echada hacia atrás, la boca abierta y los colmillos completamente alargados, moviendola de un lado a otro, totalmente abandonado.
Sonrio al verle así, completamente a mi merced y agacho de nuevo la cabeza para mirar su polla, que ya está llorando por mi toque.

No dejo que pase un sólo segundo más y con completa tranquilidad, paso mi lengua por su glande, recogiendo la pequeña lágrima que se desliza suavemente por ella y degusto su sabor mientras consigo arrancarle el primer sollozo de la noche.

 Abro la boca y me lo trago entero, lo más que puedo, hasta casi atragantarme y él levanta aún más sus caderas. Hoy, en este preciso instante, quiero que disfrute de una manera como jamás haya disfrutado con nadie. Cierro mis labios alrededor de su polla y comienzo a subir, dejando que mis dientes rocen su suave piel mientras lo hago, sintiendo sus venas hinchadas palpitando con fuerza.

Él me suelta el cabello y agarra fuerte las sábanas, cerrando los puños y yo vuelvo a bajar y a subir de nuevo, dejando que mi otra mano se cuele entre sus piernas para poder acariciar todas y cada una de sus cicatrices, intentando que se acostumbre a mi toque en esa zona.

Recorro su hendidura con mi lengua, mordiéndole con algo de presión su glande hinchado, haciéndole daño a propósito, porque sé que es así como le gusta y lo necesita. Su ronco siseo me dice que he acertado de lleno y los movimientos de su polla dentro de mi boca se vuelven frenéticos. Me está follando duro, profundo y tengo que hacer malabares en mi garganta para conseguir no ahogarme pero me gusta, me encanta tenerlo así, perdido y loco por lo que le hago asi que lo vuelvo a chupar todo lo largo y grueso que es de manera rápida y dura, dejando que una de mis manos llegue hasta sus nalgas y lo aprieto con fuerza, invitandolo a que llegue dentro de mi garganta todo lo que desee.

Su puño enguantado da un fuerte puñetazo en el colchón y se que está al borde del orgasmo, asi que ralentizo mis movimientos al momento, separando mi mano de su culo y colocandola en su estómago para intentar que deje de moverse.

 Quiero que llegue al orgasmo dentro de mi cuerpo así que me lo saco de la boca y el gemido de frustración que sale de la suya hace que una sonrisa luzca en mi cara.

Le miro y cuando nuestras miradas se cruzan,me coge de los brazos y me tira contra el colchón con fuerza. Mi cara queda enterrada en él mientras le oigo gruñir desesperado.

Desesperado por mí.

Posa sus manos en mi espalda y su boca se desliza por mi espalda hacia abajo, con urgencia, duro, tal y como es él.

Me hacen daño sus palmas mientras las desliza hacia abajo, a mis caderas. Me separa los glúteos y cuando siento su boca pegarse a mi piel, se me corta la respiración.

Me lame consiguiendo que escalofríos recorran todo mi cuerpo mientras me prepara, intentando que sea lo menos doloroso posible. Introduce su lengua dentro de mí y lo alterna con sus dedos, llegando a ese punto que me electriza el cuerpo y me pone cachondo perdido.

La risa se mezcla con los gemidos de puro placer que estoy sintiendo en este puto momento y él se separa de mí.

—Date la vuelta, Butch.

Me giro un poco hasta mirarle y me doy la vuelta despacio, quedándome boca arriba. V se pone encima de mí y siento que debo decirle que no tiene que ser así si no quiere, pero él me contesta antes de que una palabra salga de mi boca.

—Quiero hacerlo de este modo, policía. Quiero mirarte a la cara mientras entro dentro de tu cuerpo.

Me abre las piernas y se pone entre ellas, pasando sus manos por los costados de mi cuerpo hasta quedar completamente tumbado sobre mí.

—Vamos a hacerlo bien por una puta vez ¿No crees?

Asiento despacio y pongo mis manos en sus hombros mientras V se va metiendo poco a poco dentro de mi cuerpo.

Cierro mis ojos ante el sensación de opresión y dejo abrir mi boca, soltando el aire con fuerza mientras siento puro fuego adentrarse dentro de mí.


VISHOUS

Me entierro cada vez más dentro de él, moviéndome despacio, mirando su cara de deseo y sintiendo su aliento caliente en mi cara.

Agacho mi cabeza y paso mi lengua por su cuello, lamiéndolo despacio, sintiendo en mi lengua el retumbar frenético de su sangre pasando por su vena.

Butch me agarra del pelo mientras comienzo a moverme dentro de él, cada vez mas dentro, hasta juntar mis caderas con su cuerpo.

No puedo dejar de pensar en la última vez que estuvimos juntos, en el ático, y la manera en que explotó todo entre nosotros.
Tendría que haber terminado así, de esta manera pero intentaré compensar aquello dándole todo. Lo que siento, lo que ansío, lo que quiero...

Comienzo a subir el ritmo de mis embestidas, cada vez más rápido, más profundo y fuerte, tanto, que tiene que agarrarse a mi cuerpo para poder mantenerse en el sitio.
Su polla completamente erecta me moja la piel de mi estómago, resbalando en ella mientras le arranco gemidos de puro placer.

Si pienso lo cerca que he estado de perderle... Dios, qué iba a ser de mí sin él...

Teniendolo así, enfrente mío, le siento tan cerca, tan pegado... es parte de mí, de alguna forma es mío. Solo mío.

Tengo que cerrar los ojos durante un momento para concentrarme si quiero que esto dure un rato más pero sus sonidos, el calor de su cuerpo me están matando.
Siento sus manos en mi cara y abro los ojos. Al hacerlo le veo ahí tumbado, debajo de mí, con la mirada nublada por el placer y eso hace que algo dentro de mi interior explote.

Abro la boca y desnudo mis colmillos.

—MÍOOOO!!! —Rujo con todas las fuerzas de mis pulmones mientras le destrozo el cuello, atravesándolo con ellos mientras me meto dentro su sangre y sigo follándolo con fuerza.

Me siento hambriento de él de una manera que jamás había sentido. Retiro mis colmillos para volver a hundirlos de nuevo en el mismo sitio y sus gritos casi me destrozan los tímpanos pero al comenzar a beber de nuevo, oigo como se transforman en jadeos de placer.

—Dios, V... —me dice con voz rota mientras me meto tan dentro suyo que lo creo imposible —mi...V...

Los escalofríos recorren mi cuerpo yendo a terminar todos en la punta de mi polla y echo mi cabeza hacia atrás al comenzar a correrme, rugiendo de desesperación mientras mi olor de vinculación llena la habitación y su sangre me recorre la barbilla hasta llegar a mi cuello.

Mi semen lo llena por completo y tengo que seguir bombeando dentro de él más y más porque quiero quedarme seco por dentro, necesito dárselo... todo.

Pasa el tiempo, no sé cuánto y cuando comienzo a calmarme paso mi lengua por la herida, chupando con mis labios, cerrándola poco a poco mientras él se estremece bajo mi cuerpo.

Inspiro con fuerza contra su piel y su olor se cuela dentro de mí. Es un olor a macho, muy fuerte, se nota un leve toque especiado, muy tenue al final. Si no supiera a ciencia cierta que es todavía humano, pensaría que me está marcando con él. Me aparto un poco de él y le miro confundido.
¿Puede ser posible...?

Butch me mira algo sorprendido al ver mi cara sin saber el por qué de mi gesto.

—¿Qué pasa, V? —me dice con ronca.

Niego con la cabeza y vuelvo a hundirme de nuevo en la curva de su cuello metiendo su olor en mis pulmones. Me está marcando, no hay duda, ese olor a especias oscuras es muy débil pero sin ninguna duda están ahí, quedándose pegadas a mi piel, haciendome suyo sin que él mismo se de cuenta de ello.

No puedo reprimir el abrazo de oso que le doy, dejándole sin respiración y él me lo devuelve sin reservas, tal y como es él, fiel, sincero, sin ninguna fisura en su alma.

En estos momentos me siento tan feliz que sería capaz de reír a carcajadas hasta quedarme afónico por la suerte que me ha brindado la vida al conocerle, al traerle conmigo y quedarse a mi lado.
Al fin sé que se siente cuando alguien te quiere sin ninguna duda, de puro corazón.

Le agarro por el mentón y le como la boca de una manera salvaje y él ahoga una risotada que se cuela dentro de mi boca mientras mi mano baja por su tórax, sintiendo su vello entre mis dedos. Dejo atrás el ombligo y me echo a su lado para agarrar su polla dura como el cemento, suspirando por algo de mi atención.

La tomo en mi palma y la espalda del poli se curva mientras jadea en mi oído, notando cómo se le corta la respiración cada vez que mi pulgar pasa a lo largo de la hendidura de su glande, recogiendo el liquido transparente que brota ella.
Llevo mis dedos a mi boca para probar de nuevo su sabor mientras el muy capullo gruñe por haberlo dejado a medias y cuando lo pruebo, mis colmillos vuelven a alargarse a lo máximo, rompiendo mi labio inferior.

Me dejo de mariconadas y curvo mi cuerpo para poder metermela en la boca y así poder saborearlo todo lo que quiero. El poli se retuerce encima de las sábanas, totalmente abandonado, mientras dejo que la punta de mis colmillos le arañen la piel cada vez que la saco, dejando un pequeño rastro de sangre que combinado con el sabor de su semen, me está volviendo loco.

Cuando siente mis colmillos rasgando su piel, me tira fuerte del pelo, intentando apartarme pero sin conseguirlo ni un milímetro.

—Ahhh... serás... cabrón.. —me dice enmedio de gemidos de satisfacción mientras se me escapa una sonrisa del todo guarra.

—Joder, poli... sería capáz de comerte entero. —susurro antes de volver a tragármelo entero de nuevo, cada vez más rápido y más profundo, agarrando sus pelotas y retorciendoselas hasta el punto del dolor hasta que noto cómo se endurecen mientras comienza a correrse de una manera bestial dentro de mi boca.

Me trago toda su esencia mientras él no deja de retorcerse y casi gritando vuelvo a sentir el cálido y sutil aroma que brota de su cuerpo, ahora mezclándose con el mío.

Cuando por fin termina, se queda sin fuerzas, soltando un último suspiro y se queda todo espatarrado a mi lado, como si su cuerpo fuera de gelatina.

Por un momento pienso en decirle lo que he sentido saliendo de su cuerpo pero creo que será mejor dejar algo de espacio de momento. Esto ha sido intenso y no quiero que se vuelva loco pensando en su nuevo "poder". Ya habrá tiempo de reirse y disfrutar de esto, pero no ahora. Después.

—Vas a dejarme seco si sigues así, V... yo... joder, casi no puedo moverme... —me dice con su dulce sonrisa en los labios.

Dejo caer mi cuerpo y me pego a él, rodeando su cintura con mi brazo.

Por fin he encontrado a alguien que quiere colarse en mi maltrecha alma.

Por fin creo que he encontrado la paz.

Cierro los ojos y me dejo llevar por la calma y la quietud de este momento hasta que un rayo fugaz me atraviesa el cráneo.

La visión de nuevo. Esa que no puedo reconocer, Sólo siento un dolor muy fuerte atravesándome pero por más que intento capturar aunque sea una sola imagen no puedo. Todo pasa demasiado de prisa y tal como vino se fue.

—V.. Dios, Vishous...¿Qué..?

Abro los ojos y me doy cuenta de que lo estoy agarrando con demasiada fuerza sin darme cuenta y aflojo mi agarre.


BUTCH

Todo pasa muy deprisa.

En un momento estamos relajados, abrazados y al segundo siguiente, noto cómo se estremece de dolor y me aprieta tanto la piel de la cintura que estoy a un suspiro de gritar.
Al momento me suelta y una fina capa de sudor adorna su frente.

—¿Qué ha pasado? ¿te encuentras bien?

V sacude la cabeza negando.

—Son estas putas visiones. No puedo...

Me abraza ocultando su cara en mi cuello y me doy cuenta entonces del tipo de vida que ha llevado. Solo, sin nadie a su lado y encima con todos estos regalitos. La sorpresa es que todavía siga cuerdo a estas alturas, otro en su lugar se habría pegado un tiro o habría enloquecido.
En verdad es un guerrero. No hay duda de ello.

Dejo que se abrace a mí y al cabo de unos minutos se queda otra vez dormido.

Extraño en él.

Cuando su respiración se normaliza me doy cuenta de algo.

Voy a hacer la transición y lo voy a hacer a sus espaldas.

No quiero que vuelva a pasar por lo mismo que hace unas horas. Cuando se entere de ello yo ya seré un igual para él o tal vez un mísero cadaver. Pase lo que pase, haciendolo así al menos le ahorraré un sufrimiento.

Me levanto poco a poco, dejándolo durmiendo tranquilamente y salgo de la habitación. Llego a donde están sus ordenadores y rebusco por todos los cajones hasta que encuentro unas hojas en blanco y un boligrafo.

Bien.

Me voy a poner en plan filosófico, a ver que tal me sale —me digo mientras comienzo a escribir lentamente intentando ordenar todos mis pensamientos.


VISHOUS

Despierto y me encuentro solo en la gran cama. Me estiro completamente el cuerpo sintiendo cómo los huesos de todo mi cuerpo estallan uno a uno. Joder, hoy he dormido como jamás en mi puta vida. Oigo la puerta principal cerrarse y al poli trasteando en el salón. Su olor llega a mí y antes de darme cuenta estoy levantandome y enfundandome en mis pantalones de cuero. Por un segundo he querido salir tal como estoy, desnudo, pero uno no cambia así como así de un día para otro. Demasiados demonios de compañeros durante demasiado tiempo.

Abro la puerta de la habitación y pillo a Butch escondiendo a toda prisa lo que parece ser un sobre doblado dentro de su chaqueta encima del sofá a la vez que su pensamiento retumba en mi cerebro.

"Bueno, ya está todo hecho".

Esas palabras retumban dentro de mi mente una y otra vez pero me obligo a no preguntarle. Si no quiere decirme qué es, no le voy a obligar a hacerlo.
Pero está nervioso. Dobla la chaqueta un par de veces hasta dejar el maldito bolsillo bien oculto de mi mirada, como si temiera que pudiera leerlo a través de la tela.

Me dirijo con paso firme hasta mi mesa y cojo un liado.

-¿De dónde venías? - le pregunto en tono casual.

Su cara comienza a sonrojarse y aprieta los puños por un segundo para volverlos a relajar, como si me estuviera ocultando algo.

Se encoje de hombros y adopta una posición que aparenta ser relajada, pero yo sé que no lo es.

—Nahhhhhh.. sólo fuí a hablar con el rey. Sobre nuestra ruta de esta noche, sólo eso. Aproveché que estaba libre y ya sabes... quise ahorrar tiempo.

Asiento despacio con la cabeza y me dirijo a la cocina.

Ya cantará.

Tarde o temprano no podrá sujetar esa lengua suelta que tiene y lo soltará todo.

—Donde nos toca patrullar hoy? —le grito desde la cocina.

—Por el puente, al lado del barrio de los tugurios.

Me preparo un café para mí y otro para él y salgo con las dos tazas hasta donde se encuentra. Su pose vuelve a ser forzada y me rehuye la mirada.

—¿En qué cojones se habrá metido este cabrón? —me pregunto ofreciendole una de las tazas.


BUTCH

La madre que me parió, que día de tensión he pasado.

Esto de tener que estar a cada segundo controlando a tu mente para que no piense en  lo que no debe pensar, agota a cualquiera.

Después de sacar a relucir mis artes con el boligrafo, fui a hablar con Warth y aunque al principio lo único que hizo fue gruñir ante lo que le estaba contando, al final se dio cuenta de que no era tan mala idea hacer mi transición sin que V se enterara. Eso ahorraría a todos momentos de tensión, mientras se operaba el cambio en mi cuerpo y mucho más cuando tuviera que beber la sangre de la hembra que me daría la nueva vida.

Todo a quedado en manos del rey.

Cuanto menos sepa yo, más fácil me será guardar el secreto.

Lo veo salir de la habitación todo armado, dispuesto para patrullar y yo cojo mi chaqueta para que mis armas no queden al descubierto. Me dispongo a salir a su lado, cuando sin previo aviso, me coge de las solapas de la chaqueta y me arrima a su cuerpo, besando mis labios. Sólo es un beso, sin lengua, sin nada sexual y eso me conmueve todavía más. Le cojo de la nuca y cuando se separa, mi mano recorre todo su cuello hasta bajar a su pecho y la dejo ahí, sintiendo en mi palma el latido de su corazón a través del cuero.

Me sonríe de ese modo chulo, torciendo la boca ligeramente y ese gesto hace que hace que mi cuerpo se convierta en gelatina.

—Puedo besarte si me apetece ¿Verdad? —mas que decirlo, ronronea el muy cabrón y mi entrepierna comienza a dar saltitos de alegría.

—Claro... yo...siempre que quieras —le susurro mientras mi cara va subiendo de tonos de rojo a una velocidad de vértigo.

Esto es lo que él logra hacerme.
Puedo tener sexo con él, puedo hacer mil y un guarrerias con nuestros cuerpos y es capaz de sonrojarme con un simple beso y cuatro palabras.

Es... joder, es perfecto para mí.

Sonrío ampliamente y nos encaminamos hasta el garaje. El camino hasta llegar a la zona del río la hacemos en silencio, sólo con esa puta música que estoy comenzando a tolerar poco a poco.

Aparca y caminamos en silencio calle abajo.

De pronto siento un cosquilleo en mi nuca que hace que mi cuerpo se tense.

Vuelve a suceder.

Ese fino cable de acero se vuelve a tensar y miro a todos lados.

Detrás de aquella esquina.

Agarro fuerte a V del brazo y cuando me mira le doy a entender con un movimiento de cabeza que va a haber problemas. Sacamos las armas y comenzamos a correr calle abajo hasta llegar hasta alli.

Dos desteñidos están apoyados contra la pared y al vernos sacan su artillería y comienza la batalla.

V se desmaterializa y aparece detrás de ellos y yo me tengo que cubrir tras un contenedor de basura mientras intento cubrirle. El primero cae sin problemas en sus manos mientras intento distraer al otro para que V pueda acabar con el que tiene en el suelo. Deja su arma al lado de su cuerpo y saca una de sus dagas para a continuación enterrarla hasta el fondo en el corazón de ese malnacido.

Yo consigo dar al otro en una pierna y cae al suelo como un saca de patatas.

Es una pena que la acción haya durado tan poco. Me acerco inclinándome sobre el que está en el suelo, retorciendose de dolor y guardo mi arma tras darle un puntapie a la suya para que no pueda atacarme.

Me arrodillo a su lado y esa necesidad de aspirar vuelve a apoderarse de mí. V se levanta y va a comprobar detrás de los contenedores, en todas las partes oscuras a ver si hay más de ellos  cuando otro restrictor sale de un portal que se encuentra a mi derecha y lo veo.
Está apuntando a V a la cabeza.
Sin siquiera pensar, me levanto de un salto y me interpongo entre el restrictor y V a la vez que le grito con todas mis fuerzas.
-¡V... DETRÁS DE TI! - mientras oigo el ruido del disparo caigo al suelo por la velocidad que llevo. Alzo la vista y veo como Vishous aparece dónde está ese hijoputa y de una sola estacada acaba con él, dejandolo caer como un fardo.
-Menos mal, no le ha alcanzado - pienso mientras un suspiro de alivio sale de mi garganta.
Entonces es cuando siento una quemazón en mi cuello. Echo mi mano sobre él y cuando la aparto para mirar mi palma la veo llena de sangre.
Esto no es bueno.
Nada bueno.
Intento levantarme pero no puedo mientras mi respiración se dispara a la vez que me doy cuenta del estado en el que estoy.
Mierda.Puta.

VISHOUS

Veo a Butch caer al suelo y me desmaterializo apareciendo justo delante del cabrón que me ha disparado y le hundo una daga en el pecho. Butch está en el suelo y corro hacia él.
Me arrodillo a su lado, patinando en el suelo. Tiene su mano en el cuello y la sangre brota con burbujas. La bala le ha segado la arteria. Su color es de un rojo brillante.

Me mira y me sonríe.

—Creo que me han dado de lleno V —me dice con voz ronca —pero no me duele, no te preocupes.

Intento separar su mano para poder ver de primera mano el alcance de la herida aunque dentro de mí ya lo sé.

Soy un puto médico y sé que significa lo que sucede.

Mi poli se va sin ningún remedio. No hay nada que pueda hacer para retenerle en este mundo, lo sé. Dentro de mí esa vocecilla estúpida no para de repertirmelo pero no por eso me voy a quedar de brazos cruzados.

Le agarro con fuerza la mano y le obligo a separarla de la herida. Cuando sucede, una gran cantidad de sangre brota en borbotones y poso mi mano en ella, intentando detener la hemorragia de nuevo, pateando mi culo mentalmente hasta el mismo infierno por haber acelerado el proceso. Su piel tiene un tono pálido y sé que aunque intentara sanar su herida con sus saliva no serviría de nada. No puede regenerar una arteria principal rota.

—No... no te preocupes... de una manera o de otra vas a salir de esta... TE LO JURO...

Butch suelta una risotada amarga.

—Mientes de puta... pena... Vishous...

Con mi otra mano le agarro por el cuello y mi mejilla se posa en la suya.

—No me conoces, poli. Ahora que encontré mi vida no pienso permitir que se vaya... si te vas... yo me voy contigo... —la voz se me corta en la garganta y se rompe en un sollozo —Llevo... llevo tanto tiempo sin ti,... no me dejes... no permitiré que me dejes en este mundo de tinieblas donde no puedo encontrarte...

Siento su mano en mi brazo, apretando ya con menos fuerza y me separo de él para mirarle.
Me doy cuenta de que no puedo verle con claridad y entonces me doy cuenta que son mis propias lágrimas las que dificultan mi visión. 

Lo abrazo con todas las fuerzas mientras mi cuerpo se estremece a su contacto.

-Esto acaba como comenzó - me digo con una pena que me destroza el alma - no sé como llegué a pensar algo bueno para mí.

Los sollozos se me confunden con los gritos de amargura que se me escapan sin poder evitarlo.
Butch se revuelve contra mí y me separo para verle.

—En mi chaqueta... —me dice mientras intenta sacar algo de ella —júrame que lo harás,Vishous...

Cojo de uno de sus bolsillos el sobre algo arrugado que hace unas horas escondía con tanta ansia y él envuelve con su mano ensangrentada la mía, manchándolo de su sangre.

Miro el sobre y luego a él sin comprenderle.

—Léelo, Vishous... pero antes... antes júrame que lo harás.

—No te comprendo, Butch, no sé que quieres que jure.

Sus ojos se cierran un momento mientras intenta tragar saliva.

—Tú sólo di que lo juras... no hagas nada hasta leer esto... y júramelo, por favor...

Mis labios se posan en los suyos y hablo contra ellos, ahogando mis lágrimas.

—Te lo juro... sea lo que sea... te lo juro.

Su mano se resbala de mi brazo y su mirada se pierde en el oscuro cielo.

Sonríe e intenta levantar su mano hasta ese punto perdido por encima de los dos.

—La veo, V... —me dice sonriendo.

Miro hacia donde dirige su mirada y solo veo las nubes negras de tormenta.

—¿Qué dices, poli? ¿Qué ves...?

Sus ojos se llenan de lágrimas al momento.

—Janie... Janie está ahí... me llama... Quiero ir con ella, V, quiero cuidarla ahora, ya que antes no fui capáz...

Le zarandeo mientras le obligo a mirarme cogiendo su cara.

—Quédate conmigo... yo... yo también te necesito, por favor...

Butch niega mientras se queda clavado en mis ojos.

—Jamás te dejaré... siempre estaré contigo... sólo espérame...

Sus ojos se cierran mientras un borbotón de sangre se escapa de boca y su cara se vuelve hacia un lado.

Un grito me desgarra la garganta mientras aprieto su cuerpo contra el mío. Un suspiro se escapa de su boca y... se va de mi lado.


Aprieto con fuerza mis ojos mientras rujo de rabia y desesperación mientras oigo estallar los cristales de los comercios de la calle por toda la rabia y el sufrimiento que sale de mi cuerpo y lo acuno contra mi pecho.

Las lagrimas recorren mi cara y el llanto se me corta en mi pecho, no dejándome respirar. Sus manos están con las palmas hacia arriba en el frío asfalto y su cara enterrada en mi cuello.

Sigo en esa misma posición durante un tiempo que no puedo situar mientras su cuerpo se enfría contra el mío. Acunándolo contra mi pecho, sintiendo como mi cordura se escapa de mi cuerpo a la vez que mi olor de vinculación.

Respiro con la boca abierta con fuerza y llevo mi mano enguantada hacia la parte de atrás de mis pantalones. Dejo su cabeza apoyada en mis muslos y saco mi arma con el pulso temblándome como gelatina.

Sujeto con fuerza la glock y me la meto en la boca mientras las lágrimas caen por mi rostro, llorando ahora en completo silencio como jamás lo he hecho en mi puta y miserable vida.

La sujeto con fuerza clavando mis dientes en el frío metal y al subir la otra mano para ayudarme a cargar el percutor veo el sobre arrugado y ensangrentado que me ha dado en mi mano.

Lo miro fijamente y saco la glock de la boca, dejándola a mi lado. Se lo prometí y quiero leer lo que pone antes de volarme la tapa de los sesos.

Tardo un siglo en conseguir abrirlo porque el pulso no me deja.

Dejo el sobre en el suelo, al lado de la pistola y abro el papel.

Tengo que limpiarme los ojos para poder fijar la vista y comienzo a leer.

" No pensé jamás en mi vida que comenzaría una carta de este modo.

Si lees esto es que he muerto.

No quise decirte que deseaba hacer la transición para que no te preocuparas, así que lo hice a tus espaldas. No culpes a nadie por esto. Ni a Warht ni a ninguno de tus hermanos. Fue mi decisión, solo mía y yo soy el verdadero culpable. Si necesitas culpar a alguien, cúlpame a mí.

Sólo quería hacerme más fuerte y pasar cientos de vidas a tu lado, pero veo que no ha podido ser.

Pensé que así me protegía a mí mismo y a ti a la vez. Salimos a pelear a menudo y creí que de ese modo podría tener una oportunidad más sólida siendo vampiro y no un simple humano.
Quiero decirte que esto no cambia nada entre nosotros pues nadie me va a apartar de tu lado. Pelearé sin descanso y juro por mi Dios que regresaré para estar contigo de una manera o otra. Sólo necesito saber que me estarás esperando cuando regrese.

Necesito saber que estarás ahí por mí.

Porque tú eres mi vida.

Lo has sido desde el momento en que te conocí y quiero darte las gracias por dejarme sentir qué es sentirte querido, puesto que sólo me he sentido así a tu lado.

Tú acogiste a este pobre policía y lo convertiste en alguien bueno. Me lo has dado todo. A tu manera, claro, pero te he sentido dentro de mí cada segundo, acurrucado en mi pecho, calentando mi alma perdida.

Sabía que esto era un sueño, algo dentro de mi corazón me lo decía una y otra vez porque no era posible que los dos lográramos felices juntos.

Sólo te pido que guardes cada uno de los recuerdos en tu memoria. Eso te dará fuerzas hasta que nuestras almas vuelvan a encontrarse.

Juraste que me esperarías, porque de un modo u otro voy a lograr que lo hagas antes de hacer la transición y tu corazón vinculado con el mío no te dejará faltar a tu palabra a tu compañero.
Lo sé.

Sé que soy egoísta y sé que a ti te toca la peor parte, pero por favor, hazlo por mi.

Espérame, por favor.Sólo espérame."


                                     BUTCH

Cierro el puño y arrugo la carta mientras echo la cabeza hacia atrás gritando con toda la fuerza de mis pulmones. Agacho mi cuerpo por completo y me quedo así, con mi cara sobre tu pecho, mientras la primeras gotas de lluvia caen sobre los dos, en este sucio callejón.

Maldito cabrón de mala muerte, maldito policía que se me metió tan adentro de mi pecho y ahora me obliga a vivir sin alma.

Mi amor.

Mi vida.

Mi... todo.

Me incorporo, cojo de nuevo la pistola y vuelvo a sentir la presión del metal en mi garganta y cierro los ojos. Mi pulgar se aferra al gatillo y ejerzo presión poco a poco, notando como se va desplazando hacia atrás.

"Espérame" —me repite en la cabeza una y otra vez.

Clavo todavía más fuerte el cañón dentro de mi garganta.

"Espérame"

Niego con la cabeza pero las fuerzas me van abandonando poco a poco contra mi voluntad.
"Espérame"

La cabeza vuelve a estallarme y noto cómo mi ojo se dilata hasta el dolor.
Ahora logro ver algo. Mi mano enguantada sostiene la carta que me dio. Otra mano alcanza la mía y oigo unas palabras " me esperaste" y todo vuelve a fundirse en negro.
¿Qué ha sido? ¿Una visión de mi futuro? ¿ O solo mi mente enferma intentando convencerme por todos los medios que no me vuele la cabeza y siga como juré que lo haría?
Cierro con fuerza los ojos y saco la pistola de la boca dejándola caer al suelo y golpeo su pecho con todas las fuerzas de mi cuerpo una y otra vez.

Mi cuerpo comienza a brillar y tengo que separarme de su lado. Su alma ya no está en él y si sigo a su lado, lo reduciré a cenizas.

Me quedo sentado en el suelo a su lado, sin llegar a tocarlo. Cruzo mis brazos y las apoyo en mis rodillas, hundiendo mi cara en ellos.

De nuevo solo... como siempre lo estuve y siempre estaré. No entiendo la razón de todo esto. ¿Por qué cojones me dejaron tocar el cielo con la punta de los dedos para quitármelo después? ¿Acaso no he sufrido bastante en esta mierda de vida que me tocó vivir para que me metan aún más mierda dentro?

Levanto mi cara hacia el cielo, sintiendo como las gotas de lluvia se estrellan en ella.

—¿Qué fue lo que te hice para que me hagas sufrir de este modo? —susurro esperando que quién me creó pueda oírme —Pensé que habías llegado a quererme, pero algo he tenido que hacer para que me pagues de este modo.

Un trueno ruge en el cielo y cierro los ojos avergonzado.

Ni si quiera quiere escucharme...

Con las manos temblorosas aparto mi cabello hacia atrás y me quedo encogido al lado del cuerpo del poli, con la cabeza gacha, hasta que el brillo de mi cuerpo se extingue hasta desaparecer por completo.
Creo que acabo de morir del todo.
Al fin y al cabo tal vez pueda hacer lo que quiero y no faltar a mi palabra con Butch.
Ser un muerto en vida tampoco es tan mala idea al fin y al cabo.