viernes, 13 de julio de 2012

CAPITULO 13. TE ALEJO


13. TE ALEJO

·         VISHOUS

Estoy tumbado en la cama sin poder dormir. Mi mente no deja de revivir una y otra vez lo pasado con el poli anoche. Mi mano está debajo de las mantas, agarrando mi polla con movimientos perezosos. Arriba, abajo, arriba...

Los sonidos, los olores, los sentimientos... todo está demasiado fresco en mi cabeza todavía como para poder ignorarlo.

Intento no reprocharme todo lo que le hice, ni pensar en sí estuvo bien o mal ceder a mi tentación más oscura.

Más secreta.

Sé que mis actos tendrán consecuencias nefastas para los dos pero después de todo lo que me dijo, de poder verlo por fin ante mí vivo, no pude contenerme.

Él sólo buscaba un acercamiento, un abrazo tan solo de compañeros, de amigos, pero mi retorcida mente quedó en un segundo libre y dejó que mi cuerpo tomara las riendas. Debí refrenarme, lo sé pero ahora no puedo cambiar nada de lo sucedido.

Su cara vuelve a mí y le oigo de nuevo gemir con su cabeza apoyada en mi hombro y el gemido que sale de mi garganta al correrme de nuevo hace que cierre los ojos con fuerza.

Quiero verlo.

Necesito verlo de nuevo ya.

Me levanto de la cama y me meto en la ducha por... ¿Cuarta o quinta vez? ya ni lo recuerdo.

Salgo y me seco con la toalla para luego vestirme y salir de la guarida.

El poli no está en ninguno de los sitios donde le busco así que todavía debe estar durmiendo. Su cuerpo debe estar hecho puré después de todo lo ocurrido y de nuestro pequeño encuentro. Pienso en si ir a su habitación sería lo más prudente en estos momentos y sé que no lo es, pero camino hacia ella de todos modos.

Me paro junto a la puerta y el corazón me empieza a latir más rápido en mi pecho. Golpeo con los nudillos dos veces despacio y su voz se oye al otro lado de la puerta.

-¿Sí?

Sólo es una palabra pero me dice que no está bien.

Me aclaro la garganta antes de hablar. Nervioso.

-Soy yo, irlandés. Abre la puerta.

Nada.

No se oye nada. Vuelvo a intentarlo.

-Butch, ¿Estás bien? ábreme joder.

Ahora su voz suena mucho más cerca. Sé que está al otro lado de la puerta. Pegado a la madera.

-Oye... estoy cansado. Nos veremos más tarde.

Comienzo a cabrearme y apoyo mi frente en la puerta. Cerrando los ojos con mi mano en el pomo.

Mi voz baja de tono, convirtiéndose en un susurro.

-Poli, déjame entrar. Sólo quiero ver si estás bien, nada más. Sólo... sólo déjame verte.

Le oigo suspirar y después de un rato me contesta.

-Ahora no, V. Más tarde. Nos veremos... más tarde.

Trago saliva y me quedo en esa posición. Apoyando mi frente contra la puerta, con una mano en el pomo y la otra a la altura de mi pecho, tocando la suave madera.

BUTCH

No he podido dormir una hora seguida en toda la noche. Me asaltan pesadillas sobre mi secuestro y me despierto bañado en sudor, con la respiración acelerada, así que enciendo la luz de la lamparita y me quedo mirando el techo en silencio.

Al momento mis neuronas se reúnen y deciden que el asunto con V es más importante que mi puto secuestro.

Dios, no puede ser posible lo que pasó ayer. No es posible que él me masturbara y yo lo disfrutara como lo hice.

Acabo de condenar mi alma. Sólo unos minutos me bastaron para condenar mi eternidad. ¿Cómo pudo pasar? ¿Por qué me dejé llevar de ese modo sin importarme nada?

-Dios... - me digo llevándome las manos a la cabeza.

Mi mente culpa a V durante un rato pero al final tengo que reconocer que yo también la he tenido. Si le hubiera parado justo cuando me besó... si cuando me dijo que quería tocarme yo simplemente me hubiera negado... pero no tenía la más mínima idea de que todo explotaría de la forma en que lo hizo. Quería que me besara, quería que me tocara como yo le toqué a él, pero lo que pasó después no tendría que haber pasado nunca.

¿Dónde nos deja esto? por Dios, ¿Cómo voy a poder mirarle a la cara a partir de ahora?

Me corrí... en su mano, por dios santo. Gemí y jadeé como un poseso mientras él me besaba, me lamía, me acariciaba...

Me levanto de un salto maldiciendo por dentro.

-¿Qué hago, Dios mío? ¿Qué he de hacer para seguir cuerdo?

De pronto unos golpes en la puerta cortan mis pensamientos.

-¿Sí?- respondo.

La voz de V llega hasta mí y el corazón se me para.

Me pide que le abra la puerta y antes de ser consciente de lo que hago, mis pies se dirigen hasta ella.

Apoyo mi frente en la madera y tengo que contar hasta diez antes de poder hablar.

-Oye... - consigo articular - estoy cansado. Nos vemos más tarde.

Mi mano toca la madera y por algún motivo le siento pegado a mí en este momento mientras me susurra desde el otro lado preocupado por mí. Queriendo verme.

Suspiro mientras noto su presencia y vuelven a mí cada beso que me dio, cada gemido que me arrancó y no puedo hacerlo. Por mucho que mi corazón quiera. Me niego a verlo ahora.

-Ahora no, V. Más tarde. Nos veremos... más tarde.

Y me quedo en esa misma posición, acariciando la madera despacio con mis dedos, hasta que dejo de sentirle.

VISHOUS

Como duele, joder.

La mierda ésta que se ha agarrado a mi corazón duele tanto en este momento que tengo que llevar mi mano hasta el pecho y agarrármelo con fuerza.

Tengo que rehacerme, tengo que volver a convertir todo mi cuerpo en hielo, para que nada ni nadie puedan llegar hasta mí.

Lo malo es que el policía ya está muy dentro de él y de mi sucia alma y no puedo sacarlo por mucho que quiera.

Me dirijo al despacho de Wrath y poder hablar con él de todo lo sucedido y qué va a pasar a partir de ahora.

Abro la puerta y camino hasta sentarme en una de las butacas, frente a él. Suspiro cansado y apoyo mis antebrazos en mis muslos, con la cabeza gacha.

-¿Qué pasa V? ¿Un mal día?

Sigo en la misma posición sin moverme ni un milímetro.

-Digamos que un mal día precedido de una semana aún peor.

El rey asiente despacio.

-Vamos a tener que ir ambos al otro lado. Cuando te encuentres con ganas.

Me incorporo despacio.

-¿Y eso?

-¿No se te ha ocurrido pensar en por qué la virgen de escriba se apareció ante vosotros la pasada noche? ¿O por qué fuiste capaz de tocar a Butch con tu mano sin que él se convirtiera en cenizas? se te ve un poco distraído pero esas cosas son muy importantes y debemos averiguar a qué nos enfrentamos.

Me levanto de la butaca, sacando un cigarro.

-Han pasado demasiadas cosas desde entonces. Antes de hacer nada, deberíamos preguntar a Butch a ver si recuerda algo que me pueda dar una pista. Ahora mismo no sé una mierda de lo que le pasó y por ese mismo motivo no puedo averiguar nada.

Me apoyo en el borde de la ventana cuando unos golpes en la puerta interrumpen lo que estoy diciendo.

-Pasa - dice el rey.

La puerta se abre y Butch aparece en la sala. Me levanto de un salto y me separo de la ventana.

Al verme desvía la vista rápido y se dirige al rey.

-Vendré en otro momento.

Comienza a girarse pero Wrath lo retiene.

-Espera, Butch. Entra y siéntate. Tenemos que hablar.

Entra y se le nota rígido. Me dirige una mirada que dura un nanosegundo y me saluda con un movimiento de cabeza, sin dirigirme la palabra.

Yo vuelvo a sentarme donde estaba, sintiéndome ridículo de veras por mi reacción al verle.

Sigo fumando con la mirada clavada en el suelo cuando Wrath me saca de mis pensamientos.

-V, tienes que hablar con Butch sobre todo lo pasado. Ahora lo tienes aquí, así que aprovecha.

Se recuesta hacia atrás en su sillón y espera.

-¿Qué? ¿No hay nada que decir?

-Creo que no es el mejor momento, mi rey.

Wrath me corta.

-El momento es ahora y no saldréis de aquí hasta que tengamos algo que nos permita investigar. Vosotros mismos.

Se levanta y rodea la mesa, caminando hacia la puerta.

-¿A dónde vas? - le dice Butch sin poder remediar hacer ver que no quiere estar conmigo a solas en la misma habitación.

-Me voy policía. Tengo algo urgente que hacer. Vosotros quedaros aquí. Volveré en un rato y espero que me deis noticias.

El rey cierra la puerta y nos quedamos los dos en silencio. Sin saber qué decir.

Será mejor que uno de los dos comience a hablar y creo que voy a tener que ser yo.

- ¿Recuerdas algo más sobre lo ocurrido?

Él menea la cabeza sin mirarme. Se le ve bastante más mejorado aunque en conjunto todavía da pena el verle. Se le nota cansado, como si no hubiera descansado, pero no sé si preguntar sin que nuestro pequeño episodio de locura transitoria salga a relucir.

Antes de que yo pueda abrir la boca de nuevo, Butch me habla.

A mí o al suelo, no estoy seguro.

-Tengo pesadillas. Me taladran la cabeza y no he conseguido dormir en toda la noche.

Me levanto y me acerco un par de pasos hacia él, manteniendo cierta distancia entre ambos.

-¿Y qué me puedes decir de ellas?

Se lleva las manos a la cabeza.

-No lo sé, una vez despierto todo queda medio borrado. Lo único que me queda es sensación de dolor, desesperación y... miedo.

Me quedo mirándole mientras él sigue con la mirada fija hacia abajo.

-Pues tiene que haber alguna manera de averiguarlo. No tengo nada ¿Entiendes? y con las manos vacías no sé hacia dónde tirar.

- Lo siento. No puedo ayudarte.

-No pasa nada. Ya se me ocurrirá algo.

Entonces lo pienso.

Pude leerle la mente durante un segundo en el callejón. ¿Y si lo intentara de nuevo?

Me aclaro la garganta pues se me ha puesto un nudo en la garganta y no sé cómo planteárselo sin que se ponga de nuevo como loco, pero eso me podría dar una posibilidad.

Me paso la mano por el pelo, apartándomelo de la cara.

-Puede que haya una posibilidad, pero tal vez no te guste.

Entonces es cuando él por fin me mira.

-Qué posibilidad.

Me pongo rígido antes de que me responda porque sé que no le va a gustar un pelo.

-Te lo digo y si no te gusta, dejamos morir el tema y punto ¿De acuerdo?

Esos ojos avellana me taladran antes de contestar.

-Dilo.

-Si me dejaras... si no te importa, claro... no busco nada raro con todo esto ¿Vale?...

Butch se pone en pie y me corta el discurso.

-Di.Lo.

-Pude leerte la mente antes y puedo intentarlo ahora. Tal vez vea algo relacionado y te juro por mi vida que si no es así o creo que puedo ir a algún sitio de tu mente donde no quieres que esté, lo dejo. Te lo juro.

Me mira con el gesto duro y ya me estoy arrepintiendo de haber hablado cuando me sorprende.

-Hazlo. Quiero saber lo que me han hecho y si ésa es la única opción, de acuerdo. Pero una cosa te digo. Si vas a joderme la cabeza o a ver algo íntimo...

-Te juro que lo dejaré.

Asiente y se encoje de hombros.

-¿Y? ¿Qué tengo que hacer?

Me sitúo frente a él, acercándome más.

-Voy a tocarte ¿Vale? sólo fija tu mirada en la mía y relájate. Sólo... sólo déjame entrar.

BUTCH

"Sólo déjame entrar"

No quisiera tener que arrepentirme de esto pero si alguien puede ver lo que tengo en la cabeza, sin duda es él.

Por mucho que lo niegue, tengo que reconocer que no puedo desterrarlo de mi vida, aunque es lo que quiero ahora. Él tenía razón cuando me dijo que nuestros destinos estaban unidos y hasta ahora mismo no me he dado cuenta.

Posa sus manos a los lados de mi cara y me mira con sus ojos de ángel fijamente. Yo intento despejar la mente para él pero creo que no funciona. Su ceño se frunce y sus labios se aprietan, como si intentara por todos medios conseguir algo y no puede.

Entonces recuerdo que cuando me leyó en el callejón fue porque yo le toqué, así que poso mis manos sobre las suyas y al momento suelta un suspiro.

Ha entrado en mí.

Lo sé por su mirada brillante y su expresión que va cambiando poco a poco de intensa a preocupada, muy preocupada.

Creo que no hay buenas noticias.

Nop, estoy más que seguro.

VISHOUS

Sólo el roce de sus manos contra las mías y todo vuela a mi alrededor.

Puedo entrar en su mente como si fuera la mía propia y lo que encuentro hace que me dé un vuelco al corazón.

Puedo sentir su dolor y su honda tristeza. En algún momento mientras le están torturando piensa en mí. Se preocupa por mí mientras le muelen a palos por si yo me culpo por lo sucedido y mis ojos brillantes aparecen una y otra vez en su calvario, como si le aliviase pensar en ellos.

Estoy a un tris de soltarle porque ya estoy entrando en una parte que le prometí que no entraría, cuando una sensación de puro terror me llega como un puñetazo.

Entonces lo veo.

La luz blanca y maldita del mismo Omega.

Está junto a Butch y el miedo que sintió, lo estoy sintiendo yo en estos mismos momentos.

Intentaron inducirle. Intentaron hacerle uno de los suyos pero algo salió mal. Veo al Omega frente a Butch, con unas de sus manos encima de su vientre y ahí me doy cuenta de que lo que tiene ahí no fue sólo parte de la tortura. Fue algo más y tal vez por eso yo puedo tocarlo con mi mano maldita.

Le veo retorcerse y gritar hasta que se le corta la voz del dolor y el terror que siente.

La imagen se corta en ese punto y lo siguiente que veo en mi cara frente a él. Preocupado, roto de dolor, temblando como una hoja mientras una de sus manos me toca los tatuajes de mi sien y me dice que soy su ángel.

Separo mis manos de él en un movimiento brusco y me alejo un paso con el corazón doliéndome en el pecho.

-¿Qué has visto V?

Le miro y me vuelven esas ganas locas y sin sentido de abrazarlo a mí, hasta fundir su cuerpo con el mío. De querer atarlo a mí para que nada ni nadie pueda hacerle daño.

Me paso las manos por la cara y mi olfato captura un leve aroma. Casi es imperceptible, pero está ahí.

El aroma que yo creí que no podía hacer brotar de mi cuerpo.

El aroma a vinculación.

Me alejo al otro extremo de la habitación y él se asusta de mi reacción. Viene tras de mí y se para a mi espalda. Su voz refleja miedo.

Y hace bien en tenerlo. Por lo que acabo de ver en su mente y por lo que mi cuerpo me pide con desesperación que haga.

-¿Qué mierda pasa?

Me doy la vuelta y le miro.

-El mal puro ha estado a tu lado, compañero. Lo del estómago no es fruto de tu tortura, si no del mal que han querido meterte dentro para acabar con todos nosotros.

Cierra los ojos y se dirige de nuevo a la butaca, sentándose y tapándose la cara con las manos, con los codos apoyados en sus muslos.

En este momento está hundido.

-¿Qué he hecho V? Cuánto siento todo esto, no sabes cuánto. Si por mi culpa tú... vosotros estáis en peligro... ¿Qué va a ser de mí?

Me acerco hasta él y le observo ahí sentado, mortificándose por algo que de todos modos iba a pasar y en ese momento, otra vez mi cuerpo toma las riendas y sin pensar mi mano se posa en su cabeza y le acaricia el cabello con cuidado hasta llegar a su nuca.

Sus palabras se cortan cuando siente el contacto y se queda quieto. Luego se levanta y se acerca a la ventana, como si pudiera ver a través de la persiana metálica.

Me acerco y apoyo mi mejilla en su cabeza, oliendo su pelo.

El escalofrío que recorre su cuerpo, lo siento en todas las partes del mío.

-Esto está mal.- me dice en un susurro.

Yo paso mi cara por su pelo, acariciándolo con la nariz.

-¿Qué es lo que está mal?- susurro contra su pelo, metiendo mi aliento entre él.

Butch se da la vuelta y me encara.

-Todo esto, V. Nosotros. Lo que ha pasado y no volverá a pasar por mucho que tú quieras. Este acercamiento que no es normal por mucho que tú intentes en demostrar lo contrario. Somos compañeros. Amigos. Lo que tú quieras, pero no esto. Esto jamás.

BUTCH

Su cara de preocupación se borra en un pestañeo. El anhelo, el cariño... todo queda borrado. He vuelto a hacerle daño.

Aprieta fuerte sus labios.

-Que yo recuerde no te obligué a nada. Tú lo querías tanto como yo. Deja de ser un cobarde y admítelo.

Niego con fuerza y hago crujir mis dedos de lo fuerte que aprieto los puños.

-Yo tengo alma. Un alma que se va a condenar por toda la eternidad por lo que hemos hecho en un momento de locura. ¿Pero qué te voy a explicar? a ti esto te importa una mierda ¿Verdad? qué más te da a ti, si tú no tienes nada que perder. Tú hace ya mucho tiempo que dejaste atrás la moralidad y el respeto ¿Verdad?

Se acerca y casi roza su nariz con la mía.

-Si te sientes mejor, échame toda tu mierda encima, no me importa. Pero una cosa te digo: Llegará el día en que quieras más, en que quieras todo esto que ahora desprecias y te parece indigno, pero ya será tarde, muy tarde. Me has ofendido. Porque lo que yo pudiera llegar a sentir no sería nada deshonroso, por más que tú te empeñes en ensuciarlo.

-No quiero seguir hablando de esto, en serio.

Su mirada queda nublada durante un segundo.

Recorre cada rasgo de mi cara, como si quisiera grabárselo a fuego en su mente y a mí me recorre un escalofrío de pies a cabeza.

-Llegará el día, no lo dudes. Pero una cosa te digo. Yo no te estaré esperando, y con estas palabras no quiero que pienses que no te ayudaré con lo demás. En eso estoy contigo al cien por cien. Como compañeros, pero en otro sentido más... íntimo, tú y yo hemos acabado en este mismo momento.

VISHOUS

Malditas creencias humanas que lo único que hacen es hacerles sentir miedo por aquello que otros consideran pecado.

La piel es sólo piel. El tacto de otra persona en tu cuerpo, sus labios, sus manos tocándose y el amor que surge no tiene nada que ver con religión, ni raza, ni siquiera por lo que tienes entre las piernas. Los sentimientos son sólo eso, da igual por quién lo sientas si eso es lo que tu corazón ansía.

Yo lo tengo claro y voy a conseguir que este irlandés tozudo se dé cuenta de una forma u otra. Haré que se retuerza de celos, que se muera de angustia y no podrá evitar ni engañarse por más tiempo lo que siente por mí, porque yo estoy seguro de eso. Lo lograré.

Wrath entra de nuevo al despacho y os queda mirando un momento. Luego vuelve a sentarse en su ridículo trono.

-¿Hemos avanzado algo?

-Tenemos un problema más serio del que creíamos.

-Cuenta.

-El Omega estuvo con el poli. Metió algo dentro de él, o al menos lo intentó. Creo que empiezo a pensar que por eso puedo tocarlo sin guante. Fue eso lo que me dijo la virgen, mi luz puede limpiar su maldad.

Butch se levanta de un salto.

-Espera, espera... me he perdido en los detalles. ¿Me has tocado con tu mano? ¿La que brilla? no me acuerdo de nada, joder. Esto comienza a resultarme incómodo. Habláis de mí y yo no recuerdo nada de eso.

Ninguno le dos los le responde.

-Quiero volver a patrullar. Y te lo estoy pidiendo por respeto porque digas lo que digas voy a hacerlo. Somos muy pocos y no quiero quedarme sin hacer nada.

Butch vuelve a replicar, cabreado.

-Yo también quiero salir. No voy a quedarme en casa mientras los demás están fuera. Necesito hacer algo y vengar lo que me han hecho. - me mira un instante.- y yo también te lo digo para que estés enterado. No necesito tu permiso.

Wrath nos mira detrás de sus oscuras gafas, aunque sé que la ceguera se lo impide, juro que nos mira.

-Está bien, tal vez sea lo mejor. Estando los dos recluidos no conseguiremos avanzar.

Butch asiente complacido.

-Quiero hacerlo esta misma noche.

Ahora soy yo el que salta.

-¿Te has mirado? todavía estás hecho un asco. No podrías pelear.

Se queda mirando a Wrath.

-Voy a hacerlo. No pienso quedarme entre estas cuatro paredes ni un segundo más.

-De acuerdo. Esta noche será una primera toma de contacto. Iréis por separado.

Un suspiro de alivio sale de la boca del poli.

Será cabrón.

-De acuerdo.

BUTCH

Hemos salido todos esta noche. Mi nuevo compañero es Phury y no hemos hecho otra cosa los dos que gastar la suela de los zapatos. Estoy seguro de que hemos patrullado zonas seguras para no encontrar problemas por culpa de mi estado.

Al final me ha preguntado si me apetecía una copa y yo he aceptado de buen grado.

Me ha llevado a un garito que frecuentan y al llegar nos hemos dirigido directamente a la zona vip.

Tras pedir un Martini para él y un whisky para mí nos quedamos callados viendo la marea de cuerpos en la pista, rozándose unos contra otros.

Tras unos minutos aparecen Rhage y Vishous.

Él podría sentarse junto a mí, pero ha dejado a Rhage que pase primero para luego sentarse él en la esquina.

La conversación es de lo más amena entre ellos, al menos entre Phury y Rhage. V sigue con cara de mala hostia y no me ha dirigido ni una sola mirada desde que llegó.

Eso es lo que quería ¿No?

Entonces ¿Por qué hay como un terremoto en mis tripas?

Al lado de la barra veo a una mujer preciosa, de largo cabello negro y unas curvas de infarto. Al mirar a la mesa donde estamos, pone en funcionamiento sus caderas y se va acercando poco a poco.

Al llegar veo que sus ojos son tan oscuros como su pelo y saluda de la manera más melosa que he visto en mi vida.

Su cadera se pega al lateral donde está sentado V.

-Hola Vishous - le dice mientras le regala una sonrisa adornada con un par de blancos colmillos.

-Caith…

La chica se inclina hacia él, mostrándole los grandes pechos.

-Estoy tan aburrida, Vishous, ¿Quieres alegrarme un rato?

V gira su cara hacia mí y nos quedamos mirándonos unos segundos. Luego aparta su mirada y tragándose el vodka de un trago se levanta.

-Vamos.

A la chica parece que le haya tocado la lotería mientras a mí, la sangre se me congela en el pecho por alguna razón.

Los veo desaparecer por el fondo de un pasillo y mis ojos siguen clavados allí aunque ellos ya han desaparecido.

-Vaya, hacía mucho que V no se trajinaba a Caith. Debe estar a punto de estallar. -dice Rhage siguiendo el ritmo de la música con la cabeza.

-Bueno, ha pasado por mucho los últimos días, es normal que necesite algún tipo de alivio.- murmura Phury con los ojos fijos en la puerta del local.

Yo sé por qué lo ha hecho.

Me ha dicho sin despegar los labios que ha pasado página.

Eso debería calmarme, pues yo mismo se lo pedí, pero entonces ¿Por qué quiero seguirlos y sacar a V a patadas de donde quiera que esté con esa vampira?

Intento seguir la conversación aunque mis ojos no dejan de volver a ese maldito pasillo oscuro.

-Ya, pero últimamente utilizaba sólo el ático del Commodore. Resulta más íntimo.

-Bueno, vete a saber por qué lo hace.

Miro a ambos y tengo que subir la voz para que me oigan.

-¿V tiene un ático en el Commodore? eso es tener dinero de verdad.

Rhage asiente.

-Le gusta mucho y deberías ver sus juguetes... son lo más.

Phury desvía la conversación de inmediato.

-Eh Rhage! qué tal si nos tomamos otra.

-Claro tío. Pero sólo una. En mi cama me espera una chica preciosa y no quiero hacerla esperar.

¿Por qué siento que cada vez que se habla de V en mi presencia es como si me estuviera perdiendo algo?

Phury ha estado muy fino pero no lo bastante como para que no me haya dado cuenta de que le ha cerrado el pico a Rhage de una forma muy hábil.

Así que V tiene su propio picadero nada menos que en el Commodore y encima está lleno de ¿Juguetes? a saber a qué se refería. Mi mirada mientras cavilo todo esto no para de volar al puto mismo punto, esperando que acaben donde quiera que lo estén haciendo.

Tras unos minutos me levanto. -Voy al baño ¿Está...?

Rhage me señala el punto negro de la noche.

-Todo recto. Disfruta del espectáculo.

Me dirijo hacia allí pensando a qué coño se refiere el rubio con lo del espectáculo.

Entro y la puerta se cierra sola tras de mí. Me dirijo a uno de los baños cuando mis pasos se detienen. En seco.

Los gruñidos y jadeos quedan algo disimulados por el golpeteo rítmico y seco que se oye en uno de ellos y la piel se me pone de gallina. V.

V está teniendo sexo detrás de la única puerta que está cerrada y lo debe estar haciendo de puta madre pues los ruidos que salen de la garganta de esa hembra, llenarían el ego de un hombre por toda la eternidad.

Como si mis piernas ya no pudieran obedecerme, salgo de allí como puedo y me cuesta dos intentos que mi mano agarre el pomo de la puerta para poder salir de esta pesadilla.

Cuando al fin lo logro, tengo que quedarme en el pasillo unos segundos para poder recuperar el aliento y que mi sonrojo baje algo.

¿Por qué me duele? ¿Por qué esta jodida situación me molesta tanto? he conseguido lo que quería ¿No? que se aleje de mí hasta un plano sólo de amistad. Entonces ¿Por qué el nido de culebras de mi estómago me revuelve por dentro con ganas de entrar y de sacar a esa puta de su lado?

Eso no es para nada de amigos, un amigo se alegra de que el otro esté echando un polvo y disfrutándolo como la vida. Tal vez sea mi orgullo masculino el que se resiente, tal vez esperaba dentro de mí que se comportara de forma triste, con ojos de cordero degollado siguiéndome por las esquinas.

Sí, tal vez sea eso. Mi orgullo de hombre herido porque mi amigo vampiro ya no se le incendia la sangre cuando estoy a su lado.

Como jode esto.

La verdad es que es una mierda.

Vuelvo otra vez a la mesa sin haber podido vaciar mi depósito y Rhage me mira con una sonrisa en la cara.

-¿Qué? ¿Te ha satisfecho la meada?

Le fulmino con los ojos mientras vuelvo a sentarme.

El rubio me da una palmada en el hombro.

-No te mosquees, hombres, el oír a Vishous follar es una de las cosas más fuertes de este mundo y pocas veces se le oye en púbico ¿Qué te pasa? ¿Te has escandalizado?

Le enseño mi dedo corazón bien firme delante de su cara cuando Caith sale con una sonrisa en los labios del pasillo, seguida de V.

Se sienta en la mesa y pide un vodka con los labios apretados.

-¿Qué pasó, V? no se te ve nada relajado. ¿Es que los polvos fáciles en sitios públicos ya no te ponen?

V ni siquiera le mira. Se toma el vodka de un solo trago y se levanta.

-Me largo. No me esperéis. Tengo asuntos propios que atender.

Y sin más desaparece entre la gente de camino a la salida.

No hay comentarios:

Publicar un comentario